Siguiendo la moda imperante en la ciudad de las obras, corto la cinta bicolor antes de terminar la creación de este blog. Y no invito a la aguirre, que estará empachada ya de tanta cinta y tanta tijera, que deje algo para los demás, ¿no?
Os invito, eso sí, a todos (gallardón también está excluido, y sé que esto le quitará el sueño; haberse espabilado) a participar y a pasar la hoja del cortatramas hasta convertir la bandera en confeti cantando sobre la lluvia y bailando con hienas (ellas sí que saben reír).